jueves, 25 de agosto de 2011

Acompáñame ... el nombre de este Bizcocho


Otro bizcocho para acompañar el Café o el Te…
Delicioso… único    y    muy jugoso!!!

 Lo mejor de todo SUPER FÁCIL



Ingredientes para el bizcocho:
-225g de harina
-1 cucharadita de polvo de hornear
 -1 cucharadita de canela molida
-1 cucharadita de jengibre molido
-200g de azúcar moreno
-45g de coco rallado
-250g de plátano (banano) pelado, maduro y triturado
-225g de piña de lata, triturada con la batidora y escurrida
-60 ml del almíbar de la piña
-2 huevos ligeramente batidos
-150g de aceite de girasol


Ingredientes para el glaseado:
-40g de mantequilla reblandecida
-100g de queso para untar
-1 cucharada de esencia de vainilla
-250g de azúcar glas

Tamizamos la harina en un bol y la mezclamos con el polvo de hornear, las especias y el azúcar.
Incorporamos el almíbar de la piña, la piña bien escurrida, el coco, el plátano, el huevo y el aceite y lo mezclamos bien con unas varillas de mano.
Vertemos la mezcla en un molde cuadrado de 23cm y que pueda ir al horno, previamente engrasado. Yo siempre le pongo papel parafinado en el fondo, para desmoldarlos mejor.
Llevamos al horno precalentado a 180ºC, y horneamos unos 40 minutos. Dejamos reposar 5 minutos y desmoldamos sobre una rejilla hasta que se enfríe.
Para el glaseado sólo hay que batir la mantequilla, el queso y la vainilla hasta tener una crema homogénea. Añadimos poco a poco el azúcar glas, mientras seguimos batiendo.
cubrimos el pastel ya frio con esta crema .



viernes, 19 de agosto de 2011

Para acompañar el café o el te...

Los pasteles de frutas son los más apreciados y éste en especial está riquísimo! y... Novedoso !

Pastel de Ruibarbo

Ingredientes

300 gr de harina de trigo
200 gr de mantequilla o margarina
100 gr de azúcar
1 yema de huevo
1 1/2 kilos de ruibarbo
3 claras de huevo
150 gr de azúcar

Tamizar la harina sobre una tabla de amasar, repartir la mantequilla o la margarina en copos sobre la harina, esparcir el azúcar por encima y echar la yema en el centro. Amasar los ingredientes con las manos frías a ser posible, de manera rápida y de dentro a fuera, hasta obtener una masa quebrada. Dejar reposar la masa envuelta en papel de aluminio 2 horas en el frigorífico.

Lavar y secar el ruibarbo y quitar la fina piel externa desde arriba hacia abajo. Cortar los tallos de ruibarbo en trozos como de un dedo de largo.

Pre calentar el horno a 200°.

Sobre una superficie enharinada extender la masa al tamaño de la bandeja del horno,  hacer un rollo flojo con la lámina de masa, poner sobre la bandeja del horno y desenrrollarla, pincharla varias veces con un tenedor.
Poner uno junto a otro los trozos de ruibarbo sobre la masa. Cocer el pastel 30 minutos a altura media.

Batir las claras a punto de nieve, al tiempo que se añade poco a poco el azúcar.
Sacar el pastel del horno, dejarlo enfriar un poco y adornar el pastel con el merengue en forma de rejilla diagonal o como lo prefiera. Dorar el merengue 10 minutos hasta que tome un ligero color.

Dejar enfriar un poco el pastel, cortarlo en porciones iguales, retirarlo de la bandeja del horno y dejarlo enfriar antes de servir.

Es un pastel suave, riquísimo y  acompaña muy bien el café o el te.

Mitos y realidades del AJO

Alrededor del Ajo se han tejido desde legendarias  historias hasta tratados de medicina y nutrición.
Homero cuenta que Ulises utilizó un bulbo de moly (una especie de ajo) para conjurar los encantamientos de la hechicera Circe, que eran devastadores.

En referencias más reales, se afirma que Aristóteles lo declaró excelente medicamento contra la hidrofobia, además de un buen tónico laxante.
Por su parte, Hipócrates, el médico más famoso de la antigüedad lo utilizaba como sudorífero y diurético.
Para Galeno, el ilustre facultativo griego, era inmejorable como antídoto contra los venenos.
En el antiguo Egipto, el ajo era el condimento más empleado y lo usaban para el tratamiento de tumores, ya que estimula la acción del sistema inmunitario, con lo que se refuerzan las defensas naturales del organismo contra el cáncer. Así pues, no es casual que se encontraran varios dientes de ajo en la tumba de Tutankamón.
En la Edad Media, se creía que evitaba la peste negra y existe una historia que cuenta cómo se salvó una familia inglesa que vivía en una casa cuyo sótano era un depósito de ajos.
Fue entonces cuando se adoptó la costumbre de regar las tumbas con agua de ajo para evitar que proliferaran las epidemias y las plagas.

El ajo tiene altos contenidos de fósforo, calcio, potasio, proteínas y vitamina C.
El característico olor se lo proporciona una sustancia conocida como bisulfato de adilo.
Actualmente, los científicos han aislado de sus componentes sulfuros de gran poder germicida, que, de forma parecida a como lo hace la penicilina, impiden a los microorganismos crecer y reproducirse.

Más utilizado como medicamento durante siglos, el ajo fue menos usado como condimento y como alimento. Además de los egipcios, los españoles se cuentan entre los primeros que lo usaron en  cocina, y fue en los fogones más pobres de la península donde se popularizó. Famosa era, por ejemplo, la Sopa de Ajo, elaborada apenas con unos dientes de esta planta, agua y sal.
Su utilidad en cocina va desde utilizar el jugo para dar aroma a un aderezo hasta el uso de dientes o cabezas enteros para guisar carnes, pescados, pollo, mariscos, sopas ... etc.
Fuente: Revista de Cocina Casaviva Gourmet.

Hoy se dice que ayuda a la circulación,  arteriosclerosis, la tensión alta, bajar el colesterol y una infinidad de males, para los cuales el ajo es el medicamento natural e ideal para ayudar a curarlos.

Pechuga de Pollo rellena de Queso

Ingredientes

3 pechugas fileteadas y sin piel
Ajo en polvo
Pimienta negra
Sal
1 Kilo de hojas de espinaca bien lavadas y frescas
500 gr de queso mozarella


Ingredientes para la salsa

1 taza de fresas lavadas y picadas en cuartos
1 taza de moras lavadas
1 taza de ciruelas lavadas y deshuesadas picadas en cuartos
100 gr de azúcar morena
2 astillas de canela
pimienta negra

Filetear o abrir cada pechuga para formar una sábana de un centímetro de grosor, extiende la pechuga sobre un paño ligeramente húmedo y sazónala con el ajo en polvo, la pimienta y la sal.
Blanquea las hojas de espinacas en agua hirviendo, durante 30 segundos y pásalas a un tazón con agua helada, para detener la cocción. Escúrrelas.

Coloca una capa de espinacas sobre la pechuga de pollo hasta cubrirla completamente, corta el queso en rebanadas de medio centímetro de espesor y acomoda una capa sobre las espinacas cubriendo toda la superficie.
Con el lienzo húmedo, enrolla la pechuga apretando firmemente, ata el rollo con un trozo de cordón para que mantenga su forma.

Mete los rollos de pechuga de pollo en el horno pre calentado a 190 grados centígrados durante cuarenta minutos, o hasta que al picarlo con un tenedor salgan los jugos de color transparente, retira del horno y deja reposar el pollo durante diez minutos, antes de rebanarlo.

Para la salsa, en una cacerola calienta todas las frutas frescas y picadas, agrega el azúcar, las astillas de canela y la pimienta negra a gusto, algo picante, dejar que la salsa tome consistencia espesa y reservar.

Para servir, rebana el pollo y acomoda tres o cuatro rebanadas por plato, acompáñalo con  puré de patatas. La salsa de frutillas rojas en una salsera para quien desee ponerle un poco encima del pollo.
Esta combinación es deliciosa!!!!